¡Hola,Jorge! "Fueye" comporta dos partes diferenciadas: "Fueye" y "Así no más". ¿En qué medida se puede decir que "Así no más" realza, de alguna manera, el relato que usted emprende en la primera parte?.
Los personajes de la primer parte "Fueye" se mueven en su presente, no tienen la distancia que da el transcurrir del tiempo y que les permitiría ser más "autoconscientes". No pueden reflexionar y pensarse como participantes de una época o como una bisagra importante en la historia socio-política de Argentina. Lo mismo ocurre con sus sentimientos, los que tienen que ver con la extrañeza, el exilio y la melancolía, se van desenvolviendo de a poco y sin darse cuenta. Me era necesario contar esos huecos importantes que aparecían en la ficción y la mejor manera que encontré era hablando de los huecos en mi vida en "Así nomás". Comparto una experiencia migratoria más allá de que las épocas sean bien diferentes. Creo que ambas partan cuentan lo que les toca contar, son "cerradas" en sí mismas pero se asocian y complementan en muchos puntos.
¿Cómo explicar el gusto del lector por esta segunda parte?
Encontré a gente que le gustó mucho y a otros todo lo contrario. Lo único que sé es que necesitaba hacerla. Buscaba algo más fresco, como si fuesen apuntes, donde pudiera hablar más en palabras y menos en dibujo, al contrario que en la primer parte. Hay gente que no le gustó y puedo entenderlo, ya sea por el dibujo, por el tema que toca o por sentirla innecesaria. También creo que hay puntos subjetivos que si no enganchan no hay manera que atraiga.
"Así no más" es el diario de a bordo del regreso al país de origen. ¿Tenía pensado publicarlo desde un principio?.
Escribo y dibujo cada día lo que me está rondando en el cuerpo, a veces una palabra te va llevando a otra o a una imagen. Muchas cosas de las que guardo son un relato en sí mismo o también encierran posibilidades de asociarse a otros que van apareciendo. La intención de "Así nomás" es previa al origen libro. Algunas de sus páginas son preguntas y dibujos acerca de lo que tenía ganas de contar y ahora me doy cuenta de que fueron el disparo de la primer parte.
Encontramos pasajes profundamente poéticos y filosóficos. ¿Son géneros a los que se dedica habitualmente? ¿Diría usted que elHay dibujos o pinturas que evocan infinidad de sensaciones y películas interiores con sólo estar ahí, bien quietas…consiguen "suspendernos". Pasa lo mismo con la poesía. La combinación de dibujos y palabras es muy compleja y la mayor parte de las veces el resultado final pierde intensidad. Cuando estás metido dentro de una historia es muy difícil lograr esa objetividad necesaria para que cada género aproveche su máximo de energía.
Parece existir un deseo de esbozar dos retratos del exilio: el de sus personajes de ficción y el suyo propio. ¿Qué puntos en común tiene usted con esos personajes? ¿Qué diferencias notables?.
Alguna vez escuché a Borges decir que "conteníamos multitudes". En el libro hay muchas de mis "multitudes". Cada una de ellas está preguntando y busca la manera de "explicarse" lo mejor posible incluso generando nuevas preguntas. Ahí está la ficción que ocurre en el pasado en la que intento colocarme en ese espacio que sólo conozco de oídas, de libros, películas y música…¿Cómo hablaban, caminaban, respiraban? La segunda parte es más directa y personal, no hay atajos y apenas rozo la ficción, es preguntar desde cosas que conozco, desde mi propia experiencia, sin pudor ni miedo al ridículo y buscando comprender un poco acerca de mis huecos.
¿Hay que leer la primera parte como una catarsis en palabras y en colores de las desilusiones y de las dificultades del exilio? ¿el retrato de "una familia" y sus desengaños? ¿Existía el propósito de dejar en un segundo plano el paisaje político?
Todos arrastramos, consciente o inconscientemente, el paisaje político...somos seres políticos. Cada personaje tiene su vida, la vive y me importa más centrarme en eso aunque haya momentos en el que se sugiere su presente político. No hay intención de hablar expresamente de ello pero si dejar "claro" que está como ruido de fondo y define en muchos puntos sus acciones y pensamientos.
Sus palabras y sus dibujos están impregnados de nostalgia, se añade a esto la publicación de las cartas de sus padres y de sus recuerdos. ¿la nostalgia es la enfermedad inevitable de aquellos que dejaron su patria? ¿"Fueye" expresa otra nostalgia? ¿la de una época pasada, la de una época mejor en la que todo era más sencillo?
La nostalgia que genera el vacío del camino que dejamos de lado para meternos en otro es un espacio complejo de llevar. Algo así pasa con "Fueye". También es igual de complejo el vacío nostálgico del que prefiere quedarse quieto y no arriesgarse a lo que le pide el deseo. Ese vacío es un imán permanente y aunque va perdiendo fuerza con el tiempo tiene la seducción de la vida posible a la que rehusamos vivir. Eso genera melancolía… El porteño (me incluyo) está siempre rodeado de una nostalgia, de una melancolía a veces insoportable… Buscamos atrás porque nos gusta regodearnos en el ayer y desearlo…pareciera ser que vivimos el presente para que nos quede de inmediato un recuerdo en el que pensar y revivirlo más adelante y constantemente, relatarlo e internarlizarlo cada vez más. Creo que mucha de nuestra nostalgia viene de nuestra herencia histórica y hay cierta inmadurez en cuanto a la dificultad que tenemos por ofrecer más energía en el presente.
Thomas, su traductor francés, afirma que se soportan mejor los defectos de un país que no es el suyo propio. ¿Comparte usted esta idea?
En el preámbulo su traductor explica que usted utiliza algunas palabras de Lunfardo, es decir la jerga originaria de las clases bajas, del mundo de las prisiones y del tango. ¿Hizo averiguaciones sobre este vocabulario específico o ya eran palabras familiares?.
El lunfardo se habla cotidianamente en Buenos Aires y era algo habitual que alguien te regalase el "Diccionario de Lunfardo". Muchas palabras se han ido perdiendo con el paso del tiempo pero la mayoría están presentes en el día a día y siguen moviéndose y generando nuevas.
Su trazo es singular: cada viñeta es casi un lienzo. Usted juega con enfoques variados y mantiene una "sensación de borroso". ¿es así?. ¿Por qué utlizar esas técnicas? ¿De qué influencias pictóricas ( y otras disciplinas artísticas) nace esta estética?.
Me gusta el lápiz, las manchas cuando paso la goma o el dedo, la forma en que se desliza, su inmediatez. Tenía ganas de sentarme y hacer una página por día, Intentar no detener la mano para corregir. El lápiz tiene esa cosa de empujarte a dibujar sin cuestionarte demasiado y a dejar las cosas tan cual van saliendo. En la pintura me gusta Turner, Ensor, Rothko, Van Gogh…en la historieta, Muñoz, Horacio Altuna, De Crecy, etc …en el cine, Tarkovsky, Welles, Lynch, Lang, Buñuel...
La música parece ser un elemento obsesivo en sus ficciones: ¿qué simboliza? ¿es un medio simple de retomar las raíces en cualquier lugar? ¿un recuerdo omnipresente y que se lleva facilmente?.
La música se me hace natural como disparo y "columna vertebral" de una historia. En "Hate Jazz" el jazz empuja a Nueva York, a los negros, al caos y a la decadencia. En "Fueye" el tango es inmigración, mezcla y nacimiento de una nueva sociedad de Buenos Aires. Es impensable sentir ese Buenos Aires sin la presencia del tango. Sus calles y rostros aún siguen respirando esa música.
Usted compara en "Así no más" España y Argentina, y a través de los dos países Europa y América del Sur. Según usted, ¿qué distingue profundamente a estas dos culturas?.
La gran distancia reside en que Europa posee una cultura que lleva haciéndose desde hace más de 5000 años. En América el devenir de la cultura originaria fue interrumpida por la colonización y ha generado un vacío enorme imposible de llenar. Esa cultura quedó aplastada y lamentablemente se perdió un inmenso potencial. La independencia de Argentina nace a partir de 1810…podría decir entonces que Argentina tiene 200 años. Más o menos lo mismo ocurre en el resto de los países sudamericanos. Haciendo un simplificación muy fácil y hasta ridícula diría que es una relación entre un anciano y un bebé. Si bien cada país tiene su cultura, su manera de ser, también hay cierta inercia o manera de ser del continente al que pertenecen. Está claro que España y Francia o Alemania son muy diferentes entre sí, pero la corriente histórica y los cruces durante miles de años, sus guerras, el colonialismo, el comercio, etc. hacen que compartan muchos nudos y que un alemán y un español tienen más similitudes entre sí que las que hay entre un argentino y un español, más allá de las coincidencias con el idioma y parte de la herencia cultural. El ritmo, las necesidades, etc...son muy diferentes. La huella digital que deja la cultura es de una fuerza casi imposible de contrariar.
Para terminar. Su próxima novela gráfica se titula "Dear Patagonia". ¿Qué está en juego en este nuevo viaje? ¿También dejará una parte de usted? ¿Qué temas (habituales o nuevos) aborda? ¿Cuándo estará en las librerías?."
Dear Patagonia sucederá en la Patagonia Argentina. Es una historia que se inicia a principios del siglo XIX y que llega hasta nuestros días. El guión y dibujo son míos aunque en alguna de las partes del libro van a colaborar Alejandro Aguado, Hernán González y Horacio Altuna. El tema va girando alrededor de la idea de La Patagonia como oxígeno. El oxígeno a veces ayuda a limpiar y a cambiar, otras es veneno y ahoga. Los personajes se moverán en esta zona del sur del país, Buenos Aires y algunos países de Europa. Hay una parte mía, muy muy pequeña y habrá otra que puede tener cierto parecido con "Así nomás" de "Fueye". La escribe Alejandro Aguado, un dibujante e historiador que vive en la zona patagónica y que me ayuda a "poner en tierra" muchos temas que quiero contar. Tendrá unas 300 páginas y aún tengo bastante por hacer. Con suerte lo termino en Enero o Febrero del 2011. Desde hace menos de un año subo casi a diario el "making-oof" del libro en www.dearpatagonia.com